Ser propietario de una vivienda sigue siendo un reto en 2025 debido a un aumento del 40% en los precios desde la pandemia y tasas hipotecarias cercanas al 6%, lo que afecta la asequibilidad. En estados como California y Hawaii, los altos costos exigen casi el doble del ingreso promedio. La incertidumbre económica también frena a los compradores. Sin embargo, el aumento de inventario, las rebajas de precios y la baja en las tasas hipotecarias abren oportunidades para quienes tienen estabilidad financiera y planean quedarse a largo plazo.
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